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Educación en Colombia: Hacia la construcción de meritocracia e igualdad de oportunidades

Por: H.S John Sudarsky @johnsudarsky

En el actual contexto de campaña a la Presidencia de la República es interesante ver cómo vuelven a aparecer planteamientos sobre las necesidades apremiantes de los ciudadanos (salud, vivienda, empleo, educación), promesas que probablemente tampoco se cumplirán en el próximo cuatrienio. Por ejemplo, la educación superior resulta muy provechosa para hacer promesas populistas (“voy a generar los cupos que se requieran para que todos los jóvenes puedan estudiar”) cuando el problema nuclear está mucho más en la oferta de educación media en el campo, que muchos de sus propios habitantes no tienen  muy bien identificado como problema, y que sería el verdadero detonante de la modernización rural.

Si se concibe que el objetivo del Estado es construir en el proceso intergeneracional un nivel cada vez mayor de igualdad de oportunidades, es posible priorizar el gasto en educación, con aquellos objetivos que garanticen que nadie quede impedido de por vida de disfrutar de las oportunidades que se abrirían con el crecimiento de la economía y su transformación hacia una sociedad más competitiva internacionalmente, con exportaciones con mayor valor agregado basado en conocimiento.

Para la sociedad un objetivo importante es asignar el mejor talento disponible a sus tareas de mayor importancia. Sin embargo, el talento aparece de forma aleatoria, accidental, en cualquier lugar de la escala social. Debemos construir la meritocracia para que los talentos, que se presentan  en la sociedad, puedan  servir de  la mejor manera a ésta.

Si la labor del Estado es priorizar las inversiones en educación que promuevan igualdad de oportunidades, es imprescindible asegurarse de que exista cubrimiento universal desde primera infancia, por lo menos a la población de 0-5 años en situación de pobreza extrema, hasta el bachillerato, con el fin de que ningún individuo quede impedido para desarrollarse y pueda participar según sus talentos de la sociedad moderna.

Al observar la experiencia de Corea del Sur, uno de los tigres asiáticos, país que en el año 1953 (fin de la guerra) se encontraba en condiciones de subdesarrollo incluso mayores al nuestro, podemos evidenciar cómo a través de sus políticas lograron un significativo avance en educación. Su estrategia orientada a priorizar los recursos, de tal forma que, la mezcla de inversión se concentrara a nivel de preescolar, primaria y secundaria en un 80% y un 20% en la educación superior llevó a un rápido mejoramiento de la educación, logrando hoy posicionarse en los primeros lugares de las pruebas  internacionales de calidad de la educación (PISA).

En contraste, en Colombia existen grandes vacíos tanto en términos de cobertura como de calidad  a nivel de Primera Infancia (0-5 años) y Educación Media (Bachillerato). Es en estos niveles de formación donde existe la mayor inequidad, afectando a las poblaciones más vulnerables.

Primera Infancia

En términos de cobertura, resulta apremiante ampliar los programas de calidad en desarrollo integral de primera infancia continuando la estrategia nacional De Cero a Siempre, entendiendo que los primeros cinco años de vida son los más importantes en la formación cognitiva, social, emocional y física de un ser humano. En el Plan Nacional de Desarrollo (2010-2014) el Presidente Juan Manuel Santos trazó la meta de atender 1.2 millones de niños en situación de pobreza extrema de un total de 2.2 millones en esta situación, para el año 2012 se había logrado cubrir 739.831 niños.

La meta del próximo gobierno debería ser el cubrimiento universal de la población vulnerable de 0-5 años; teniendo en cuenta el crecimiento de dicha población, para el año 2018 habría que atender a través de programas de atención integral una población de aproximadamente 2.8 millones de niños, lo cual requeriría un esfuerzo presupuestal de un total de 6.9 billones de pesos para el cuatrienio.

 Educación Media (Bachillerato)

Aunque en Colombia la población con bachillerato completo ha ido creciendo, la lucha por lograr que no haya ni un solo colombiano sin este nivel de formación no la estamos dando con la fuerza que requiere. Para el año 2001 había en Colombia 14.7 millones de ciudadanos mayores de 20 años sin bachillerato, lo alarmante es que dicha cifra en lugar de mantenerse o decrecer ha venido en aumento, llegando a 15.5 millones en el año 2011, de estos 1.3 millones estaban entre el rango de 20-24 años de edad. El bachillerato completo es el umbral cognoscitivo mínimo necesario para que un individuo entienda y funcione dentro de la sociedad moderna.

En este nivel de formación la meta al 2018 del próximo gobierno deberá ser, alcanzar la cobertura total, es decir que de acuerdo con cifras del año 2012 reportadas por el Ministerio de Educación se deben incluir 432.623 jóvenes que no se encontraban cubiertos por el sistema a nivel de bachillerato, esto requeriría un esfuerzo presupuestal total de aproximadamente 3.7 billones de pesos para el cuatrienio. Por eso urge promover la inversión prioritaria para lograr el 100% de cobertura de la educación media en el país, la cual para el año 2012 alcanzaba el 75% a nivel nacional. Vale aclarar que la cifra de jóvenes por fuera del sistema a nivel de educación media entre 2010 y 2012  aumentó, tras una depuración de las bases de datos el Ministerio de Educación encontró en los registros “estudiantes fantasmas”, lo que implica también que la tasa de cobertura real era menor de lo que los datos de 2010 indicaban.

La educación media en las modalidades de más relevancia y pertinencia, debe ser el detonante del desarrollo rural. Según cifras del Ministerio de Educación para el año 2010 en el país había 353.149 jóvenes sin acceso a la educación media, de los cuales 268.679 vivían en áreas rurales. Teniendo en cuenta que la población rural es el 15% de la población total del país, resulta preocupante que los jóvenes rurales sin acceso a bachillerato representaban el 76% del total nacional, es decir que la discriminación al campo es casi 4 veces a la cuidad.

En este sentido, se deben generar las condiciones para que estudiantes y maestros de las zonas rurales accedan a la educación media y se asegure su permanencia en las aulas.       El reto no es únicamente ampliar la cobertura e incluir en el sistema aquellos jóvenes que se encuentra fuera, sino lograr que los estudiantes no deserten de los colegios. En áreas rurales, de cada 10 alumnos que ingresan al sistema educativo tan solo 5 se gradúan de bachillerato. Las medidas orientadas para evitar la deserción de los alumnos deben obedecer de manera muy precisa a las causas que la Encuesta Nacional de Deserción Escolar, realizada por el MEN,  arroja por departamento.

Al revisar la información del año 2012 a nivel departamental, se encuentra que en algunos departamentos la tasa de cobertura no alcanza sino el 33%, como es el caso de Guanía y el 35% en Vichada. No obstante hay otros departamentos que podríamos considerar críticos en términos de cobertura en educación media, tales como Nariño, La Guajira, Cauca y Norte de Santander, al ser aquellos que de acuerdo con su población en edad de cursar bachillerato, tiene el mayor número de jóvenes fuera del sistema. Cabe resaltar el caso de La Guajira, en donde el 50% de los jóvenes que según su edad deberían estar cursando bachillerato, no se encuentran cubiertos por el sistema.

Otro de los retos para avanzar en materia de educación, específicamente a nivel de media, es arrebatar las secretarias de educación del modelo de gobernabilidad vigente, regido por el clientelismo y la corrupción. Éstas al igual que otros segmentos del Estado están siendo capturadas por políticos para alcanzar sus propios intereses, y esto es lo que no permite la  implementación de políticas. Es de vital importancia inducir a las secretarías de educación a realizar periódicamente una rendición de cuentas de su labor para lograr un mejoramiento de los indicadores de gestión como también es necesario legislar para hacer más estricta  su certificación.

Educación Superior

Para llegar a una educación superior ideal y competitiva, debemos enfocarnos en mejorar la calidad de la educación media, con un programa masivo de formación de maestros y ampliación de infraestructura.Promover una carrera para el maestro basada en un salario digno, selección de los mejores maestros y evaluación continúa de los resultados académicos.

Debemos reformar las rutas de movilidad de la educación para que el encadenamiento entre la educación media y la superior facilite la formación de ciudadanos y el reconocimiento del bachillerato técnico, a través de créditos, para acceder a la educación superior, en donde el SENA juega un papel fundamental.

Adicionalmente, desde el año 2012 el DANE tiene la responsabilidad de adelantar la  importante medición que permita cuantificar el mercado laboral y sus necesidades, hasta el momento el país sigue esperando tal resultado. La oferta de educación superior no refleja las necesidades productivas de la economía. En el país hay una sobreoferta de universitarios y trabajadores no calificados y un déficit de técnicos y tecnólogos profesionales y de posgrado. El riesgo de que el país no tenga cuantificada sus necesidades laborales es que siga formando personas cuyos perfiles no son demandados y por tanto no serán absorbidos por el sistema laboral, lo que se traduce en desempleo.

Otro elemento que permitiría un avance para la educación superior es la creación de una Superintendencia de Educación, la cual se dedicaría a ejercer un control sobre los balances financieros de las instituciones de educación superior (IES). Lo anterior con el fin de vigilar que los recursos que reciban las IES no se inviertan en fines diferentes a la educación, su razón de ser y así evitar que estas instituciones hagan de la educación un negocio.

Por otra parte el Ministerio de Educación debería cumplir la función de informar a la ciudadanía los costos y beneficios de los programas educativos que ofrecen las diferentes instituciones de educación superior. El brindar dicha información permitiría a los jóvenes que van a ingresar a este nivel de educación tomar una decisión más certera sobre su futuro profesional.

Por último es indispensable avanzar en materia de investigación, para el año 2009 el país contaba con 5.700 doctores, de acuerdo con estudios realizados por expertos en el tema[1] es necesario alcanzar el umbral de 12.000 doctores para empezar generar una producción científica y provocar un cambio tecnológico.

La gestión estatal del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación se encuentra desintegrada en una multiplicidad de dependencias y organismos, en ministerios y departamentos débilmente y no coordinados. Urge la articulación y jerarquización  de un sistema unificado de investigaciones que, con una visión de largo plazo, le asegure al país un progreso fundamentado en el conocimiento.

El Departamento Nacional de Planeación y Colciencias, hoy inmersos en la administración de las regalías, deben recuperar su capacidad de orientar las políticas de desarrollo y de ciencia, tecnología e innovación respectivamente.

Para ampliar la información puede visitar los siguientes enlaces:

 PERFIL JOHN SUDARSKY

Senador de la República 2010-2014 Partido Alianza Verde

Nació en Armenia (Quindío) en 1947, es empresario, docente e investigador social. Experto en la medición y construcción del capital social, representa la cultura ciudadana y la racionalidad empresarial en la política.

De formación es ingeniero industrial con máster en sicología de la Universidad Kansas y doctorado en Educación de la Universidad de Harvard, donde elaboró la tesis sobre las cooperativas como instrumento de desarrollo equitativo. También ha hecho mediciones de capital social en Colombia (1997-2005-2001) con la metodología Barcas y ha escrito sobre el desarrollo de la capacidad empresarial y sobre las alternativas al clientelismo con su propuesta bandera de sistema electoral mixto.

Fue precandidato presidencial a la consulta del partido Alianza Verde (2014), asesor del Departamento Nacional de Planeación y docente de la Universidad de Los Andes durante 22 años.

www.johnsudarsky.comwww.sistemalelectoralmixto.com



[1] Proyección Clemente Forero 2006 basada en el modelo de Bernardes y  Albuquerque 2001, con cálculos propios.

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