El desarrollo de la capacidad creadora desde el hogar
Definamos la capacidad creadora como el espacio fundante de la actividad artística que luego es enmarcada dentro del currículum educativo, con sus respectivos códigos, planes de clase y evaluaciones. Actividad creadora como espacio de desarrollo de procesos cognitivos, capacidades sensitivas, motrices, autoestima y empatía.
¿Por qué debemos fomentar la expresión desde la edad mas temprana?
El niño está dotado de poderes desconocidos, que pueden encaminarnos hacia un luminoso porvenir. Si verdaderamente se quiere llevar a cabo una reconstrucción, el objeto de la educación debe ser el desarrollo de las potencialidades humanas.
María Montessori
El cambio en la concepción del niño y de la infancia, gracias a los aportes de la psicología y la pedagogía, comprueban la importancia de esta etapa destacando que el 90 por ciento de sus conexiones cerebrales, se forman entre los 0 y 5 años de vida, sin olvidar la capacidad del feto de reaccionar frente a estímulos del ambiente, estando en el vientre materno.
Sea un niño de días o meses de vida, así como de años, estamos hablando de un ser perceptivo y receptivo de cada impulso y estímulo a su alrededor, como una esponja. Las teorías que nos hablan del aprendizaje social, destacan el rol de los padres y el medio como modelo.
Los padres a través del ejemplo, podrán dirigir su desarrollo modelando su personalidad, su relación con los demás, incluso la manera en que aprenderán o enseñaran, lo que sumado a una carga de afectos propia de la relación padre e hijo, desarrolla aprendizajes mas sustanciosos. Así el niño o niña comienza a entender el mundo y buscar su sentido de pertenencia e identidad con su territorio, con la naturaleza, sus tradiciones y su lenguaje.
Los padres, no solo serán ‘’protectores’’ de su crecimiento, si no también guías, facilitadores de experiencias y al llegar el momento de la inserción escolar, compartirán este papel con sus profesores
De esta forma podemos ver, que el acto educativo no solo se desarrolla en la sala de clases. Los padres y la familia son el elemento principal en la formación. La temprana infancia, es el momento en que se tiene la gran oportunidad de legar valores, actitudes, y hábitos, un conocimiento que se valida a través de la exploración y el hacer del niño.
(…) Existe en cada ser humano, sea cual fuere su edad, un impulso creativo pues todos sentimos el deseo natural de usar nuestras manos y nuestros materiales como vehículos de expresión artística’’
Lancaster
Pronto veremos que, apenas sea físicamente posible, el niño podrá sostenerse por sí solo y comenzar a explorar su espacio de otra forma, intentará dejar sus huellas e impresiones, sobre todo en las paredes con sus primeras ‘rayas’ para el gusto o pesar de algunos padres.
El dibujo como primera actividad creadora, ayuda al niño a configurar su mundo, a entender que ocupa un lugar en él, y a ordenarlo para comprenderlo a su modo.
La importancia del apoyo en este proceso, versus el castigo o el juicio de los adultos, radica en dotar de la confianza suficiente para que siga explorándolo y comprenda las relaciones de su cuerpo con el espacio, generando vínculos entre su experiencia, sensaciones, sentimientos e ideas a través de su expresión plástica.
Todo hombre (y mujer) es un artista’ …el arte, en el contexto amplio del mundo, a través del cual el hombre siente ser el centro creador de algo, el centro productor de algo nuevo, o sea evolucionario.’’
Joseph Buys
¿En qué ayuda la expresión artística en esta etapa? En el desarrollo de la empatía y la sensibilidad a través de la conexión interna de lo sensible con el mundo exterior.
El arte es la válvula reguladora de experiencias y emociones.
la expresión artística es importante para el niño, lo es para su proceso mental, su desarrollo perceptivo y afectivo, su progresiva toma de conciencia personal y social y por supuesto para su desarrollo creador’’
Víktor Lowenfeld
Reflexionando sobre esto, es importante destacar que estamos formando al ser humano del futuro, al ciudadano del futuro y que dependiendo del tipo de ejemplo que leguemos y el espacio de expresión que le entreguemos, estaremos modelando a este ser, que no solo vendrá a comer y respirar, si no que desde que pueda valerse solo en el mundo realizará acciones, tomará decisiones, que a pequeña, mediana o gran escala, repercutirán en su ambiente mas inmediato, y de pronto por qué no, a nivel de país o planeta. No es exageración si no la extrapolación de este fenómeno. Los padres también somos educadores.
¿Cómo podemos apoyar la expresión y el desarrollo creador en nuestros niños?
Cuando somos padres, por mas que existan libros de ayuda o teorías médicas o psicológicas, existe el sentido común y la intuición que naturalmente desarrollamos como progenitores, como familia.
Cuando nos convertimos en padres y madres, es común recibir mil y un consejos o sugerencias sobre la crianza, algunos apropiados y otros quizás medianamente útiles.
En este punto, también podría entregar una lista precisa de qué cosas hacer o decir, según tal o cual autor o investigador de la Educación Artística y el desarrollo creativo, para saber exactamente como ayudar en su desarrollo, pero creo que se trata en mayor medida de experiencias de vida y aprendizajes personales. Cada uno de nosotros se apropia de aquello que nos hace sentido de manera profunda. Así es como los niños aprenden. Con el tiempo, o quizás luego de leer este artículo y una vez que las cosas que mencione aquí le haga sentido, cada uno se volcará a investigar, si lo quiere.…
Aquí haré mención a ciertos puntos, que mediante mi experiencia y observación de los niños con los que he trabajado, he extraído y que apelan al sentido común, siendo esenciales para la formación de este espacio de confianza, citado anteriormente:
- Ayudarlo a buscar su identificación con el objeto o situación representada:
Sucede que mas de alguna vez, el niño preguntará directamente cómo dibujar cierto animal u objeto, de qué color es el cielo a tal hora, o cómo dibujar un avión o una montaña… normalmente el adulto tomará el lápiz y lo hará él mismo, lamentablemente de esta forma, no solo le estamos ‘’facilitando’’ el trabajo al niño, si no que estamos evitando que pase por una experiencia de descubrimiento, la curiosidad natural, el impulso por investigar y extraer conclusiones propias, se resumirá a preguntas y respuestas rápidas.
Ante las dudas (del niño), se debe ser un guía, a través de preguntas que infieran y ayuden a buscar su apropiación, en el caso de encontrar problemas en este sentido debemos ampliar su campo de referencias.
- Ampliar el campo de referencias por medio del estímulo:
En este punto se viene a mi memoria el recuerdo de un memorable capítulo de Bob Esponja Pantalones Cuadrados. Si, permítanme en tan solemne artículo, introducir un poco de mi ser ‘ñoño’ y citar al famoso personaje para ejemplificar.
El capítulo se llama ‘’The Paper’’ (El papel): Una mañana cualquiera Calamardo, vecino y ‘némesis’ de nuestro protagonista, decide relajarse un poco a las afueras de su casa. Para completar el agasajo, abre un caramelo y luego de consumir su contenido arroja el papel al suelo. Bob Esponja, quién estaba cerca, al darse cuenta lo recoge y se lo devuelve, a lo que Calarmardo en su habitual amabilidad, responde que no es necesario que se lo devuelva, que simplemente es basura. Esponja le comenta: -¡¿cómo puede ser esto basura?!, ¡en las manos correctas, este papel puede ser una mina de oro de diversión! Se lo ofrece por última vez, siendo nuevamente rechazado por su vecino, quien además agrega sarcásticamente, que de ahora en adelante por ningún motivo del mundo, aunque le rogara y suplicara de rodillas, le devuelva ese papel.
Es así como al poco rato, Calamardo se da cuenta de su error al observar desde su ventana, como Bob disfruta solo con un trozo de papel. Al no poder creerlo, se convence a sí mismo de que todo eso es solo una estupidez y que él, posee mas recursos, objetos y habilidades para divertirse de otros modos, por lo que se concentra en pintar un cuadro (cabe citar que, paradójicamente Calamardo es artista múltiple, intento de músico y pintor), sin embargo nada de eso lo divierte, envidiando a Bob y lo bien que lo pasa con el famoso papel, el cual le sirve de formas tan extravagantes como un helicóptero, como capa de un superhéroe contra el crimen, como el taparrabo de un niño de la selva que se enfrenta a diversos animales, como bigote y finalmente como un clarinete, con el cual se enfrenta a su vecino en un duelo musical, ganándole obviamente. Es así como Calamardo, luego de rogar de todas las formas posibles, incluso regalándole todas sus posesiones, logra recuperar el papel. Feliz, se dirige hacia lo que queda de su casa, recordemos que le ha entregado absolutamente todo a Bob, pero sin embargo cuando pretende emular la diversión que éste obtenía con el, se da cuenta que es imposible, que no funciona, que no hay magia, que es solo un papel…
Para mí, Calamardo en este capitulo representa a un ser carente de esa capacidad imaginativa y creativa que se manifiesta en Bob, así como también se presenta de forma espontánea en niños y niñas. Mas de alguna vez hemos podido ver, incluso haciendo memoria sobre nuestra niñez, como con una simple caja de cartón pueden crear un universo entero…
La mente de nuestros niños, al igual que la de Bob, siempre estará llena de ideas y material que solo necesita el impulso necesario, para dar rienda suelta a su imaginación.
La importancia del estímulo radica en ser ese detonador.
La música (pensemos en aquella música que nos guste y haga sentido y queramos compartirla con nuestros hijos, pero también vayamos mas allá y exploremos diferentes ritmos, diferentes tipos), un paseo al aire libre, la contemplación del canto de las aves, una lectura evocativa… No tiene que ver con una cantidad de recursos, es un ejercicio de tiempo y entendimiento del rol paternal y maternal. Ejercicio de tiempo que también será beneficioso para el padre o la madre, ya que podemos sumarnos a investigar o descubrir, apelando a el niño interior que todos conservamos, siendo un acto de empatía que nos invitará a mirar el mundo desde la perspectiva de nuestro hijo (a).
Generando espacios para la observación y la contemplación, surgirán las respuestas para las dudas del niño. Ante la pregunta ¿de qué color es el cielo a tal hora?, invitémoslo a salir u observar por la ventana y descubrir juntos eventos que a veces ni como adultos somos capaces de notar. Usemos herramientas como libros (si, esos artefactos que poseen hojas de papel en su interior) o también internet, la que siendo usada de forma sabia, con precaución y cuidado por parte de los padres, se transforma en una poderosa herramienta.
- Evitar la comparación: con el trabajo de otros niños, con otras imágenes, libros para colorear, entre otros. Recordar que cada niño, así como su expresión y desarrollo posee características propias.
- Moderar la crítica hacia su trabajo: En el uso de colores, formas y proporción. No podemos enjuiciar el trabajo de los niños en pos de nuestra concepción de las cosas.
En alusión a este último punto, dentro de una serie de cualidades propias de la expresión infantil, en lo referente al dibujo, que puede ser el medio mas usado, debemos entender que según la etapa de desarrollo o edad, las interpretaciones que realizan los niños tendrán características especiales.
En una primera etapa su expresión se limitará a ser un acto impulsivo, desprovisto de técnica o representación, dentro de sus posibilidades motrices… trazos de diverso tipo, con mayor o menor presión.
Mientras desarrolle mayor control de la muñeca podremos ver trazos circulares y repetitivos (garabateo). Para pasar posteriormente a mayor control y a la representación. Estamos hablando de un período desde los 4 a 7 años aproximadamente, para pasar luego a etapas de representación mas avanzadas.
Elementos como la desproporción, el realce de una figura por otra por medio del color o el tamaño, son propias de esta capacidad de representación de la idea o sentimiento que al propio niño le producen los objetos o situaciones, he ahí la importancia del rol del adulto como un guía, no impositivo.
Figuras abatidas (por ejemplo elementos como árboles son dibujados comúnmente ‘acostados’ en el suelo), visión de rayos x (dibujar los interiores de una figura humana por ejemplo) , partir con una línea de base, dibujar ‘el aire’ en un paisaje, armar una figura humana en base a una cabeza y un par de piernas que crecen inmediatamente, dan cuenta no de un ‘’no saber’’ si no de elementos a los que quieren dar importancia.
Concluyendo…
La importancia del rol de los padres y el núcleo familiar en el desarrollo de la capacidad creadora y su expresión radica en generar un espacio de confianza y afecto, en donde prime el estímulo y la guía de los padres ayudando a que las ideas, emociones y sentimientos fluyan, evitando actitudes nocivas como la comparación o la imposición.
Hay que admitir que existe una serie de prejuicios o conflictos con el arte o la idea de arte en nuestra sociedad, en nuestro país, motivo por el cual solemos alejarnos de él. Se habla mucho de elitismo, se piensa que solo un grupo pequeño de iluminados pueden crear y apreciar el arte. El concepto en si mismo esta rodeado por una serie de códigos propios que suelen crear así esta distancia.
Cuando hablamos de la importancia del desarrollo de la capacidad creadora y de la Educación Artística, no hablamos de formar necesariamente artistas, hablamos de dotar al individuo de una formación que comprenda un amplio espectro de habilidades. Un sujeto que sepa comunicar pensamientos, emociones, ideas. Que al poder comunicarlas también pueda entenderse a si mismo y conducirlas de forma adecuada. Así podremos educar sujetos sanos. Que puedan generar y buscar respuestas a sus conflictos.
Hablamos de una educación de los sentidos.
Una educación que genere sentido, pertenencia, al cuerpo y a su ambiente, respeto por sí mismo y reconocer y valorar al otro, desarrollando la capacidad empática.
Finalmente, quiero cerrar destacando la importancia de generar vínculos entre padres, madres, con los educadores, ya que es el núcleo familiar quien entrega las bases sobre la cual se establecen y apoyan los nuevos conocimientos entregados en la escuela.