Los maestros son responsables de crear un ambiente seguro, estable a sus estudiantes a través de diversas tácticas disciplinarias. La suspensión de los estudiantes de la escuela es una de las formas más comunes de la disciplina.
La historia de la disciplina escolar
Una de las primeras formas de disciplina de la escuela era el castigo corporal (azotes, palmadas, etc.), aunque se ha vuelto cada vez más eliminado debido a la evidencia que confirma su daño.
Los cambios importantes en la disciplina escolar surgieron en la década de 1990 con el advenimiento de las políticas de «tolerancia cero». La creciente prevalencia del consumo de drogas entre los jóvenes y la violencia en la década de 1980 llevó a la mayoría de las escuelas empezaron a adoptar la política de suspensión automático para las infracciones tales como drogas y alcohol posesión, la lucha, la posesión de armas, y la actividad relacionada con pandillas. Algunas escuelas han ampliado sus políticas de «tolerancia cero» para incluir suspensiones para otros delitos, incluyendo toma de posesión, la falta de respeto verbal, y que viola el código de vestimenta de la escuela.
Suspender los niños como castigo
Como se mencionó anteriormente, la eficacia de las políticas de «tolerancia cero» OSS ha sido ampliamente debatido en la historia reciente. Muchos estudios se han publicado en los últimos años que demuestran los efectos peligrosos de los OSS en todo el ecosistema educativo. Primero y ante todo, el OSS elimina los estudiantes de la clase y con frecuencia no presenta otra alternativa de la educación, lo que resulta en problemas de aprendizaje que pueden afectar el éxito continuo del estudiante en la vida.
El estudiante suspendido no es el único afectado significativamente por el OSS. Los educadores, los padres y otros estudiantes también se ven afectados. Los padres de los niños que están suspendidos de forma inesperada de la escuela pueden verse obligados a ir al trabajo o encontrar otras opciones de cuidado de niños, lo que resulta en una pérdida imprevista de ingresos.
El impacto en los padres y los estudiantes pueden agravar el impacto negativo sobre los educadores que deben tomar las decisiones difíciles de retirar a un estudiante de la escuela y obstaculizar su capacidad para aprender y socializar. Un estudio realizado en 2009 por el Centro Nacional de Estadísticas de Educación encontró que el 12% de los maestros dejó la profesión debido a problemas con la disciplina dentro de su último año de enseñanza.
Alternativas a la suspensión en la escuela tradicional
Las escuelas están tratando de eliminar algunos aspectos negativos de sus políticas, por enfoques basados en enfoques basados en pro actividad, que abordan las causas subyacentes de la mala conducta y proporcionan un refuerzo positivo para los comportamientos que aumentan la participación y el logro académico. Este cambio ha ya mostrado ser prometedor en algunas escuelas, donde ha mejorado el clima escolar y el rendimiento académico, y la reducción de referencias disciplinarias. En general, la interrupción de la OSS y la aplicación de protocolos de disciplina positivas se está convirtiendo en el método preferido para la manipulación de los estudiantes que pueden ser de otra manera perjudicial para el ambiente de aprendizaje.