Es posible que una de las preguntas más frecuentes a las que se enfrentan maestros, capacitadores e investigadores es qué modelo de aprendizaje usar y cómo implementarlo de manera efectiva y, aunque esta pregunta parece bastante sencilla y fácil de resolver, no siempre la respuesta es la adecuada o se suelen omitir detalles importantes como el grupo focal con el cual se va a trabajar, lo cual define, en su gran mayoría, el modelo correcto. En los últimos años, el modelo de aprendizaje diferenciado se ha posicionado como una manera efectiva y contundente de responder a las necesidades educativas de grupos diversos y, a su vez, se ha consolidado como un respuesta al modelo clásico de aprendizaje que se basa en la aprehensión memorística del conocimiento.
De acuerdo con investigadores como Tomlinson y Imbeau (2010) es necesario que se entienda al aprendizaje diferenciado no solo como una estrategia de enseñanza sino como una forma de innovación a través de la cual es posible crear nuevas formas de aprendizaje dado que el interés del proceso es el sujeto activo que aprende junto a dónde se enseña, cuándo y cómo. Estas premisas, que parecen bastante simples y no muy revolucionarias, son el centro de toda una experiencia que ha hecho la diferencia y ha mostrado resultados sorprendentes al punto de mejorar la confianza, motivación y autonomía de los estudiantes
Sistemas de gestión de aprendizaje (LMS) y aprendizaje diferenciado
Aunque resulte extraño, el aprendizaje online se renueva con mayor frecuencia que el presencial y esto se debe a que sus características le permiten adaptarse más fácilmente a los usuarios que mantenerse estático en el tiempo. En el caso del aprendizaje diferenciado, este tipo de aprendizaje, se nutre de las características del Aprendizaje Basado en Proyecto (ABP) ya que esta macroestructura brinda herramientas para desglosarlas en niveles menores. Es posible que muchos especialistas se aferren al un modelo único y clásico, ya que están acostumbrados a él y han obtenido resultados significativos; sin embargo, las nuevas tendencias de educación demuestran que convertir el aula de clases, ya sea virtual o presencial, en un pequeño laboratorio, en el que los estudiantes son participantes activos de su proceso puede hacer la diferencia y se pueden obtener resultados mucho más significativos.
En el caso de los sistemas de gestión de aprendizaje (LMS) estos deben ser adaptables e innovadores ya que digitalizar contenido no es suficiente para captar la atención de los estudiantes. Si el entorno virtual en el que se ponen en marcha prácticas educativas es un entorno plano, tradicional y poco intuitivo, es posible que los estudiantes deserten de sus procesos o culminen por obligación más que por interés, lo que hace que gran parte del conocimiento no sea recibido de manera adecuada. Estudiantes y colaboradores exigen, en la actualidad, contenidos específicos y que se adapten a sus necesidades de forma adecuada e interesante.
¿Qué se debe tener en cuenta al momento de implementar procesos de aprendizaje diferenciado?
- Grupos de trabajo pequeños: tal vez ha pensado en que capacitar en masa puede reducir costos; sin embargo, puede generar el resultado contrario, ya que segmentar de mal manera, o no segmentar, puede llevar a consecuencias tan graves como brindar información incorrecta a quien la busca y luego tener que repetir el proceso. Si los grupos de trabajo son pequeños y si estos hacen rotaciones activas entre grupos, con el fin de discutir hallazgos o dudas, podrán sentirse valorados y serán activos durante el proceso. El aprendizaje colectivo será un gran impulsor de cambios y hará la diferencia
- Aprendizaje recíproco: reevaluar los roles que tienen los participantes de un aula de clase es una tarea cada vez más difundida, ya que posibilita aprendizajes más horizontales y dinámicas más interactivas. En este tipo de aprendizaje, predomina el cambio de roles: algunas veces el estudiante será el maestro que explica y el maestro el estudiante que aprende. Aunque suene sencillo, puede que no lo sea del todo, ya que requiere de autonomía y desprendimiento sobre rótulos que parecían inamovibles hace unos años.
- Evaluación continua: evaluar al final del proceso no tiene sentido. Muchos de los objetivos de evaluación no se alcanzan de manera lineal y requieren de refuerzos constantes para que se desarrollen. Evaluar, de forma regular y a través de diferentes herramientas, con diferentes enfoques, dará un panorama más amplio de todo lo que pasa y del conocimiento y dominio que los estudiantes obtienen.
Ya sea para brindarle formación adecuada a estudiantes en los diferentes niveles escolares o para reforzar conocimientos dentro de las compañías es vital que se tenga en cuenta este modelo de aprendizaje ya que puede convertirse en una forma estratégica de lograr éxitos significativos. En el caso de Colombia, una de las startups que ha hecho del aprendizaje algo novedoso, exitoso e interesante, es Zalvadora quien recientemente hizo parte de Colombia 4.0 y demostró todo el potencial de cambio que se puede lograr al fusionar educación y tecnología al servicio de todos.
Referencias
Tomlinson, C.A. e Imbeau, M. (2010). Leading and Managing a Differentiated Classroom. ASCD.