Por: Alejandra Collazos
No solo como táctica comercial o de mercadeo, sino como un nuevo canal estratégico, las pequeñas o medianas empresas y emprendedores independientes que se encuentran formando empresa ya no pueden dejar de lado el mundo digital. En lo primero que piensa un emprendedor al momento de formar empresa y de estipular un nombre para su negocio es si el domino está disponible en Internet. Si el dominio ya se encuentra ocupado esta será una razón fundamental para descartar el posible nombre de la empresa. Uno de los factores claves hoy en día en la era digital es figurar en la biblioteca del señor Google.
Incluso, según el tipo de servicio o producto de la empresa, muchas de las oportunidades comerciales se encuentran expuestas a través de la net. La globalización y apertura del negocio en otros países, comienzan en gran parte gracias a contactos realizados a través de Internet. No figurar en la Net podría implicar una muerte rotunda en un mercado globalizado. Pero no se trata solamente de comprar un dominio y tener una página web, se trata de generar una comunidad alrededor de la marca. Establecer un estilo de comunicación y abrir un canal de comunicación directa con los clientes, eso, precisamente es lo que hacen las redes sociales, más allá de crear un perfil y ponerle un logo, las redes sociales generan una comunidad alrededor de una experiencia que identifique a la marca, crea una relación directa con sus usuarios y los identifica con un estilo de vida. Así es como las incursiones en el mundo digital empiezan a crecer, pues ya no solo es necesario lograr que el dominio se encuentre disponible, sino también lograr que ni en Facebook ni en Twitter haya una pagina con el mismo nombre, dejando claro que nombro estas dos redes sociales por ser las más populares, sin ir a decir que son las únicas, por el contrario el portafolio de posibilidades cada vez es mas grande. La gente consume internet, virtualidad, e información digital las 24 horas los 7 días de la semana.
Pero la historia no para ahi, están los que aun ya habiendo comprado un domino y habiendo creado las cuentas en las redes sociales, no se detienen acá, porque resulta que ahora la competencia se encuentra ofreciendo sus productos por Internet, es decir que no solamente es darse a conocer por medio de Internet sino que, además, debo abrir un canal diferente al tradicional y de esta manera le permito a mis usuarios comprar a través de internet mis productos al alcance de unos cuantos clics; una tendencia mejor conocida como e-commerce. La empresa que hoy en día no esté pensando en adaptar su negocio para vender por Internet, es o porque meramente el producto/servicio no se presta para eso o porque la marca está establecida bajo un lineamiento netamente tradicional. Reduciendo barreras de geolocalizacion, de temporalidad y flexibilidad de tiempo, el e-commerce empezó a tomar mucha fuerza ya que optimiza el tiempo de los compradores de una manera impecable, reduciendo al menor esfuerzo del comprador realizar una compra. Ahora no solo se trata de pensar en promover e implementar una buena idea para convertirla en negocio, se trata de crear un modelo de negocio que también esté pensado para que funcione en la web, porque los consumidores así lo están pidiendo. Y de esta misma manera podría seguir ampliando la lista de necesidades e implementaciones digitales con muchas de las tantas cosas que se están viendo hoy en día en el mundo digital.
Seguramente un emprendedor ya tiene todo esto contemplado, y seguramente también esté pensando en incursionar en el tema de la virtualidad por medio de la educación. Muchas de las empresas optan también por utilizar el modelo de los MOOC para darse a conocer, para fidelizar clientes potenciales, para generar comunidad y lo más importante para transmitir contenido de calidad, que es, al fin de cuentas, lo que la gente consume en Internet, ya que no necesariamente un consumidor entra a Internet a comprar, por el contrario un consumidor entra para resolver dudas, informarse, educarse y demás fines informativos y académicos; los consumidores terminan «consumiendo» (valga la redundancia) información por montones pero información relevante para ellos. De eso se nutre un buen servicio o producto, de educar al consumidor y satisfacerlo no solo material sino intelectual y emocionalmente.
Por eso hoy en día vemos tantos negocios que optan por incursionar en el tema de la creación de cursos virtuales ya sea para educar un mercado, para explicar un modelo de negocio, para fidelizar a sus clientes o para darse a conocer como empresa. Razones hay muchas y beneficios para ambas partes también. El usuario digital vive consumiendo información por montones y el emprendedor vive educando al usuario a nuevos hábitos y formas de consumo. Un modelo de negocio que encaja muy bien para ambas partes dentro de la negociación.
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