EDUCACIÓN SEXUAL INTEGRAL Y DIVERSIDAD INCLUYENTE

En la actualidad la mayoría de países tienen medidas normativas y a su vez los colegios tienen manuales de convivencia que defienden los derechos humanos, prohíben la discriminación e incitan el derecho de elegir como persona; pero los mecanismos de prevención y promoción en la educación sexual siguen siendo además de un tabú, ineficaces. Prueba de esto son las altas cifras de suicidio entre estos jóvenes que también sufren otros tipos de consecuencias como depresión, baja autoestima, trastornos, confusión, uso de drogas entre otras causadas por el estrés del rechazo[1].
La discriminación y la desigualdad sexual y de genero, han estado latentes en la historia; aun forman parte del lenguaje popular expresiones despectivas para entre otros estereotipos que sirven para burlar; así mismo, el desconocimiento de la diferencia de términos como: sexualidad[2], orientación sexual[3] e identidad de genero[4] , aun forman parte de la cotidianidad. Como educador es importante no incurrir en la falta de orientación, la mala información o la permisividad de estas costumbres obsoletas y tan dañinas para las personas en las que recae.

Las investigaciones referentes a la sexualidad, los cuerpos sexuados y los roles de genero, han logrado esclarecer algunos tabúes perpetuados por el sistema patriarcal; proyectos como «The Trevor» entre otras organizaciones buscan prevenir crisis y suicidios de jóvenes lesbianas, gays, bisexuales, personas transgénero (LGBT) y aquellas que cuestionan su sexualidad[5]. El deber de comunicar y promocionar en un mundo donde la sexualidad dejó de ser una condición inherente a la procreación, donde estamos rodeados de medios de comunicación sexualizados, donde existen diversos tipos de relaciones, diversos tipos de familias y de por si, donde los jóvenes deben tener las herramientas para decidir, prevenir sobre su salud física y mental, aceptar sus etapas y condiciones, defenderse del rechazo (que en ocasiones sigue siendo de la autoridad o de las mismas familias) y del matoneo y para tomar conciencia de que su sexualidad no es un privilegio sino un derecho y una responsabilidad.

A continuación se enumeran algunas «herramientas de conciencia» y soluciones practicas para orientar al alumno y crear un adecuado ambiente académico:

1. Los llamados saberes de referencia del curriculum escolar constituyen uno de los límites más potentes para la incorporación de las temáticas de sexualidades, construcción social de los cuerpos y relaciones de género en las escuelas[6]. Una de las responsabilidades como profesional docente, es impartir conocimiento, orientar y dar apoyo aun por encima de las referencias tradicionales de la educación ortodoxa o la iglesia católica.
2. La sociedad se ha planteado bajo un sistema de comunicación binario, La interacción social se constituye fundamentalmente por dos tipos de fenómenos: la interacción de roles y la interacción binaria. Aunque ambas son hechos que se presentan en la relación que se da normalmente entre las personas[7], se diferencian fundamentalmente porque en la interacción de roles las personas actúan con pautas de conductas que están instituidas por la sociedad, en tanto que en la interacción binaria sólo rige la voluntad de la persona. Este tipo de comunicación es una limitante para lograr individualidad pues crea situaciones duales como «bueno malo», «heterosexual homosexual», «hombre mujer, «femenino masculino», «sumisa dominante», «fuerte débil», etc. La comunicación respecto al tema de la sexualidad y los roles de genero no debe caer en este modelo pues es una construcción social precaria, el alumno debe tener las posibilidades de elegir con la conciencia de tener diferentes opciones. Ejemplo: en la competencia el color de las niñas es el rosado y el color de los niños es el azul, en los personajes que se representa en la obra la mujer es la secretaria y el hombre es el jefe, en el deporte la alumna es la débil y el joven es el fuerte.
3. Términos «anormal» «raro» «feo» son subjetivos, por eso deben ser utilizados con cuidado y términos como «obsceno» «grotesco» «vulgar» castigan indiscriminadamente una parte fundamental de los seres humanos, relacionada no solo con la sexualidad sino a su vez con la expresión de los sentimientos[8].

Inclusión cuando haya una situación visible por ejemplo al presenciar que dos jóvenes del mismo sexo estén cogidos de la mano, lo correcto seria aclarar que la homosexualidad no es una enfermedad. Los datos son reveladores. Mientras la mayoría de los integrantes de la comunidad escolar consideran que la homosexualidad no es una enfermedad, el 57% de los alumnos, el 24% de los profesores y 30% de los apoderados consideran -contradictoriamente- que una buena terapia puede curar o transformar a un gay en heterosexual. Esta cifra aumenta a 72%, 38% y 61% respectivamente, cuando se les consulta si esa posibilidad de «cura» aumenta cuando el tratamiento es además a temprana edad[9]. Y que tampoco es contagiosa. Hernández también deja ver otra contradicción, lo que revela cómo los prejuicios pesan más finalmente a la hora de opinar. Mientras el 71% de los escolares, el 85% de los docentes y el 85% de los apoderados cree que tener un mejor amigo gay no influirá en la orientación sexual de otro, entre un 30% y un 50% cree que si un heterosexual tiene una relación homosexual puede convertirse en gay, «lo que demuestra que hay una clara desinformación sobre la diferencia que hay entre una orientación sexual y una conducta sexual»[10].

• Inclusión cuando haya bullying frente a situaciones ambiguas relacionadas a la sexualidad o al genero por ejemplo de algún estudiante que no se haya identificado o no tenga claridad sobre su orientación sexual o de genero. Se debe plantear o abrir una discusión con los alumnos que están en proceso de descubrirse y descubrir como relacionarse, aclarando situaciones como por ejemplo el hecho de que a una estudiante le gusta jugar con los chicos y vestirse como un hombre no necesariamente significa que sea lesbiana.
• Promover en los debates, juegos y participación basándose en el protagonismo equitativo de sexualidades y géneros, dándole la posibilidad al alumno de participar, elegir y aceptar.
• Fomentar debates con temáticas donde se cuestionen: los estereotipos masculinos y femeninos, las diferencias entre el transgenerismo y el transexualismo, la diferencia de cuidados de la salud referentes a la procreación y los cuidados de la salud referentes a los riesgos de contagio de enfermedades sexuales para las mujeres, las relaciones de familias no nucleares, La re-interpretación de roles de genero, entre otros prejuicios[11].

El anterior articulo sugieren algunos planteamientos interdisciplinarios que también buscan invitar a participar de la convocatoria en diversidad sexual, inclusión y no discriminación para la creación de cursos online masivos MOOC. Promoviendo estos importantes espacios académicos donde se torna necesario comunicar experiencias como docentes y herramientas para que los alumnos se replanteen así mismos; mecanismos de prevención para el bullying, y estrategias para que la academia pueda detectar a tiempo estas problemáticas, capacitarnos y para capacitar a su vez a personas que están en constante transito y etapas donde comienzan a relacionarse, apoyando para re-construir modelos genéricos equitativos y diversos y posibilitando el análisis y la naturalización no solo del estudiante afectado sino del grupo en general[12]. [DAR CLICK EN EL BANNER AL LADO DERECHO]