250 millones son aún la cantidad de niños, que, en edades para primaria, no saben leer, ni escribir, en una era donde la digitalización se apodera el mundo, la sociedad sigue estancada el hambre, el agua, la asistencia médica y la educación, siguen representando a un mundo, una realidad presente en América Latina.
Las brechas siguen estando abiertas, y América Latina es un claro ejemplo, la educación es uno de sus reflejos más preocupantes; 22,2 millones, son la cantidad de jóvenes y niños que están en riesgo, de quedarse sin educación o de desertar de ella, la representación de una economía que no es global, competitiva, digna, informada, es una fuerza que está dejando rezagado mucho más que oportunidades.
La juventud en un entorno social debe ser verbo de innovación, creación, competitividad, inclusión, una educación tecnológica; dejando espacios, 150.000 para ser precisos, porque no hay cualificación para poder cumplir con las labores; quedando la traducción de poder crear habilidades, competencias y pensamientos nuevos, en vez de seguir apoyando trabajo con mano de obra pobre y sin calificación en las industrias, que aporta a que el país no trabaje en áreas de desarrollo, porque es remplazado por la automatización.
El pensamiento crítico, sobre los países y sobre el continente es necesario, el éxito está en aprendernos a vernos, que la globalización no sea parte de un discurso populista, que se centre en buscar nuevos dominios, como mejorar y fomentar la educación en la lengua inglesa, con profesores cualificados, estimular las ciencias de la educación, para que estas puedan generar aportes en las técnicas que hoy una sociedad digital necesita.
El internet, deriva en lo digital, y es en esta donde la educación puede potencializarse, en la medida que puede resolver desafíos y mejorar el aprendizaje en las aulas del siglo XXI, lo que deriva en una fuerza de empleo, que puede cubrir las necesidades, haciendo a la industria más competitiva; pero todo se queda en el tintero, cuando no hay una infraestructura, que permita una conectividad, el impacto de la tecnología no aún de alto rango en la región.
La limitación del conocimiento, es algo que limita a la región, lo que no permite que las sociedades encuentren herramientas para construir, para evolucionar, es una forma de limitarse ante el mundo, porque no se está siguiendo un ritmo, simplemente se está entendido, la integración digital da paso a la social, la social a la económica, lo cual permite que la estimulación económica crezca, ya que se está afectando positivamente a una sociedad, que está retroalimentado con productividad, la cual permitirá que se fortalezcan como país y como mercado.
Programas como la CEPAL, Bank CAF, han encontrado que el mercado de América Latina tiene un gran potencial en su juventud, por lo cual ha fijado el objetivo mejorar la calidad en la educación, mejorando la conectividad, con esto se busca poder dotar las escuelas con computadores, de esta forma poder por ejemplo ofrecer educación en inglés con profesores nativos, por medio de videoconferencias, entrenar maestros por medio de la creación de estas redes, contribuyendo a una generar mejoras en los estándares de conocimiento.